Barcelona Princess

El alojamiento es muy fotogénico, con hermosas vistas al mar y a la ciudad. La habitación que nos asignaron era cómoda y funcional, y el desayuno ofrecía una buena variedad de opciones. Sin embargo, no nos habían informado de que el hotel estaba en plena renovación, ni al realizar la reserva ni en su sitio web. Al llegar, no había suficiente espacio para estacionar el auto, a menos que invadiera un carril de la Diagonal a la salida del aparcamiento del centro comercial. Además, las instalaciones provisorias a las que nos dirigieron apurados por haber dejado mal estacionado el vehículo, no eran de nuestro agrado, y encima nos informaron que la recepción se encontraba en el segundo piso. Subimos a otra área temporal para realizar el check-in, el cual fue rápido ya que habíamos hecho el pre-check in, pero el aviso de la situación en obras seguía sin aparecer. La piscina en el piso alto estaba cerrada debido a las obras, mientras que la que estaba en otro piso aún estaba abierta, aunque las obras ya habían iniciado. Esto, sumado al ruido lógico de los trabajadores desde temprano en la mañana, a las 8:00, fue una gran molestia. En definitiva, quizás el hotel sea de agrado una vez finalizadas las obras, pero por el momento, es un gran inconveniente, especialmente teniendo en cuenta que no nos habían avisado al hacer la reserva, y el precio no tenía en cuenta la situación en plena renovación.

El encuentro en el que estuve con mi familia en este hotel fue simplemente maravilloso. Tuvimos un salón exclusivo para nosotros, la comida era deliciosa y el servicio fue excelente. No hubo ni un solo problema, todos salimos encantados. No es la primera vez que nos alojamos aquí, hace unos años también lo hicimos y nos encantó, por eso decidimos repetir. Con la reciente reforma, el lugar se ve aún más hermoso, pero la atención, igual de impecable que siempre. ¡Gracias por tratarnos tan bien!

La atención al cliente dejó mucho que desear. Reservé una habitación para una persona para asistir a un congreso, pero al llegar con mi esposa e hija, me dijeron que debía pagar un adicional de 100€ por noche por una habitación triple (incluso cobrando a mi hija de 8 años como adulto). Para mi sorpresa, nos dieron exactamente la misma habitación que había reservado para mí solo. Aclararon que no tenían habitaciones triples disponibles, pero terminé pagando un excesivo precio de 100€ por noche por mi esposa e hija. No lo recomiendo, la actitud del coordinador fue indiferente y poco resolutiva. Parecía que nos estaba haciendo un favor al dejarnos quedarnos. ¡Totalmente injusto e inaceptable! Además, el costo adicional que realmente se cobra por adulto es de sólo 29€ por noche.

😕

🤦‍♂️Quedé bastante decepcionado después de mi estadía. La habitación estaba confortable pero llegamos a un punto en el que el hotel estaba tan lleno que podías esperar el ascensor por 10 minutos sin lograr entrar. La mini-piscina del piso 23 ni siquiera se parecía a una piscina, toda mojada, con toallas por el suelo, gente bebiendo y basura por todos lados. La del piso 7 al menos tenía un pequeño bar. Lo peor fue el transfer al aeropuerto que nos enviaron, el conductor no tenía el ticket ni entendía el navegador. 🤦‍♂️Realmente no lo recomendaría.

Fuimos 5 amigos a comer el menú del restaurante Dagma de la tercera planta. Nuestra experiencia fue espectacular, el comida y el personal fue excelente. A través del bar conocimos a Gabriel, quién fue muy atento y nos ofreció una opción de menú muy asequible. No nos hubiéramos imaginado ir al restaurante del hotel a pesar de ser del barrio, pero gracias a él la experiencia fue muy agradable. ¡Totalmente recomendable!